sábado, 5 de mayo de 2007
Aqui teneis al maltratador digo...negociador del gobierno
Escribe Enrique de Diego que el PSOE es el único partido europeo que admite en sus filas a un condenado judicial por violencia de género. Se refiere a Jesús Eguiguren, presidente del PSOE vasco y el artífice –durante dos largos años y en un caserío- de las negociaciones con el batasuno Arnaldo Otegi.
El lunar de Eguiguren es muy negro y bastante conocido, aunque en las filas socialistas jamás se menciona. Cuenta Enrique de Diego en Epoca que el 12 de abril de 1992, su esposa, Assunta Zubiarrain, denunció a Eguiguren por malos tratos y, a raíz de ello, el entonces vicepresidente del Parlamento vasco fue condenado a 17 días de arresto menor.
La primera negociación, la familiar, como es notorio por sentencia firme, no le salió bien a Jesús Eguiguren. Los hechos probados en la sentencia establecen que el dirigente socialista golpeó a su mujer con las manos, un paraguas y un zapato en el contexto de una fuerte discusión conyugal suscitada por la sospecha de que Jesús Eguiguren mantenía relaciones sentimentales con otra mujer.
De acuerdo con la sentencia del juez Fernando Andreu, el secretario general del PSE-PSOE de Guipúzcoa, Jesús Eguiguren, produjo a su esposa hematomas y contusiones en las zonas parietal y occipital del cuero cabelludo, en los hombros, brazos, codos, manos, glúteo y muslos, lesiones que tardaron en curar un total de 20 días y que no dejaron secuelas.
La paliza estuvo precedida por una discusión iniciada sobre las 22 horas del 10 de febrero de 1992, en el momento en el que el dirigente socialista regresó a su domicilio.
Assunta Zubiarrain expresó a su marido, airadamente, las sospechas que albergaba sobre su supuesta infidelidad conyugal, y de las recriminaciones iniciales pasó a los insultos reiterados a la vista de que Eguiguren se negaba a darle explicaciones al respecto.
El juez relata que al día siguiente Assunta Zubiarrain comunicó a la letrada Carmen Torres su deseo de separarse legalmente de su marido y, aconsejada por ésta, acudió un día más tarde a un médico de cabecera, que certificó las lesiones.
Según cuenta Enrique de Diego, compañeros suyos de partido, la primera esposa de Eguiguren, de cuyas cualidades líricas se hacen eco -“era una Ainhoa Arteta”-, es descrita en el terreno político como una persona con ideas “próximas a Batasuna”, cuando no militante de la formación ahora ilegal.
De esa diferencia de opiniones “derivaban” -apuntan- “buena parte de las desavenencias conyugales”.
La condena de Jesús Eguiguren aparece señalada en la biografía de la Agencia Efe en dos versiones. En la más reciente ha desaparecido del texto general, pero se refleja en el resumen de datos relevantes, aunque no se hace constar el nombre de la esposa denunciante y maltratada, como sí se hacía en una versión anterior.
En la nueva, se destaca la dimisión de la vicepresidencia del Parlamento vasco (no del escaño, que nunca abandonó) más que la condena por una cuestión tan relevante y que genera una elevada sensibilidad social.
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