Las Fuerzas de Seguridad del Estado consideran que ETA dispone en España actualmente de, al menos, dos «comandos» operativos listos para cometer atentados, que recibirían la orden de actuar a partir del momento en que los cabecillas comprobaran que Batasuna no se va a presentar a las próximas elecciones del 27 de mayo a través de las plataformas que está ultimando en los municipios del País Vasco y Navarra. Además, los mandos antiterroristas creen que la banda mantiene en Madrid un «talde» estable encargado de recabar información sobre posibles objetivos.
Una de estas células que el jefe del «aparato militar», Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», habría conseguido introducir en España tendría su base en el País Vasco, aunque con instrucciones para cometer atentados en otros puntos de España en el momento en que recibieran la correspondiente orden de la dirección etarra.
El otro «comando» de cuya presencia existen pistas sería un nuevo «Vizcaya», cuyo ámbito de actuación se extendería a esta provincia y otras limítrofes. Al frente de este grupo podría figurar el «liberado» Ekaitz Aguirre Goñi, «Ehun». Este etarra, huido en 2003, ya pertenecía a la célula que a finales del pasado año se vio obligado a abandonar diverso material explosivo en los municipios de Amorebieta y Achondo. De hecho, sus huellas aparecían entre la documentación hallada por la Ertzaintza en un «zulo». Otro de los pistoleros de este «talde», Garikoitz Etxeberria, fue detenido días después en Francia, adonde huyó tras descubrir la Policía Autónoma el explosivo.
Reactivar el «Vizcaya»
El hecho de que, sin embargo, Ekaitz Aguirre Goñi haya permanecido en España apunta a que mantiene operativo el «comando Vizcaya», con infraestructura no «quemada». Tampoco se descarta que recibiera instrucciones de formar uno nuevo en otra provincia, el «Araba» o incluso el itinerante. Pero lo que sí es seguro es que Aguirre se mantiene operativo. Así lo pudo comprobar la Guardia Civil en el transcurso de las investigaciones abiertas que desembocaron en la desarticulación del «comando Donosti». Mientras seguían al jefe de este grupo, el también «liberado» José Ángel Lerín, los agentes comprobaron cómo este mantenía una cita el pasado 24 de marzo con Ekaitz Aguirre en una casa refugio en el monte San Adrián, entre Álava y Guipúzcoa. Los dos etarras pernoctaron en el refugio y a la mañana siguiente abandonaron la zona y se separaron.
Fuentes próximas a la investigación aseguran que en ese encuentro Lerín transmitió a Aguirre las últimas indicaciones de «Txeroki» para «dinamizar» el «comando» a cuyo frente se encuentra. El hecho de que el jefe del «aparato militar» no lo hiciera personalmente podría obedecer a que ha incrementado sus medidas de seguridad.
Asimismo, las Fuerzas de Seguridad del Estado tienen datos que apuntan a que ETA dispone en Madrid de un «talde» encargado de hacer seguimientos y recabar datos sobre posibles objetivos. Los atentados perpetrados por la banda durante los últimos años en la capital de España han sido contra objetivos fijos -empresas, edificios de oficinas, áreas de servicio, la Terminal 4 de Barajas- que no requerían una información pormenorizada ni actualizada.
El hecho de que cuente ahora con un grupo dedicado expresamente a obtener información podría significar, según los expertos en la lucha antiterrorista, que ahora tendría planes para atentar contra personas. El encargo de ejecutar los atentados podría corresponder a un nuevo «comando Madrid».
Más «comandos»
Las fuentes consultadas se mantienen, con todo, cautas, ya que estos datos son provisionales. En este sentido, no descartan que ETA haya logrado introducir algún «comando» más, o que los haya formado ya en Francia para instalarlos en España. Se da por seguro, además, que intentará a la desesperada recomponer el «Donosti» recientemente neutralizado. La captura, el pasado 25 de enero en Port Bou (Gerona), del etarra Íker Aguirre Bernadal, con instrucciones de recabar datos sobre la Copa América que se va a celebrar en Valencia, confirma los planes de sembrar España de «comandos».
Los expertos antiterroristas siguen creyendo que los «comandos» instalados en España están ya listos para cometer atentados, pero sólo los llevarán a cabo cuando reciban la orden expresa de la dirección. En ese caso, sería una orden asumida por el conjunto del «comité ejecutivo». Por tanto, implicaría en el mismo grado de culpabilidad a «Josu Ternera», el «negociador», y a «Txeroki», el encargado de preparar los «comandos» en la tregua trampa.
Los mismos medios creen que esa orden de lanzar a los «comandos» a una nueva ofensiva criminal vendría cuando los cabecillas etarras constaten que, ya definitivamente, Batasuna no se va a presentar a las próximas elecciones municipales del 27 de mayo.
En este punto, los expertos observan, por enésima vez, una perfecta sincronización entre ETA y Batasuna. La banda pisa el acelerador de la presión a medida que a la coalición ilegal se le acaban los plazos en su pretensión de presentar agrupaciones electorales en numerosos municipios. Ayer comenzó su campaña de recogida de apoyos bajo el lema ¡Todos a firmar!.
Agentes operativos de la lucha antiterrorista, con todo, subrayan a ABC que se está trabajando «mucho y bien, con criterios profesionales». Ello, unido a la inexperiencia de los pistoleros que forman los nuevos «comandos» -eso sí, con capacidad de hacer daño, porque matar es fácil- dan «base para esperar que pronto podamos scelebrar nuevos éxitos contra ETA».
Fuente: ABC
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